Otro año

Estaremos toda la semana en la terraza de la FIL...


Hoy entré feliz de la vida a la Expo Guadalajara: es el primer día de la FIL, y estoy a punto de ver a Israel.

Hoy no tengo que ir a espiarlo entre los pasillos, como hace un par de años (y hace 3, y 4, y 5, y así), sino que me está esperando en la sala de prensa: a mí, precisamente a mí.

Camino hacia la taquilla frontal, compro mi boleto, lo entrego en la entrada —me embarro las manos con gel desinfectante, y eso es muy de este año—, y mientras me dirijo hacia el área de salones de la Expo, me cruzo con un montón de trajeados y doñas copetonas con faldas y botas. Me dan ganas de eructar, pero el gas de mi coca-cola ya ha sido expulsado; ni modo, lo haré al rato.

Llego a la sala de prensa y ahí está Israel, con sus lentes Ray Ban, su café y su carrito para jalar su portafolios. Se ve taaaan guapo. Me ve y sonríe, y eso es la onda. Nos esperan días en los que romperemos la rutina de las comidas hogareñas, caminaremos por toda la Feria, nos burlaremos de las pomposidades tapatías, renegaremos de la organización y de la gente, pero estaremos muy juntos, otro año más juntos y en la FIL.

Porque han de saber ustedes que esta madre se inauguró mientras estábamos en la prepa, así que tiene mucho que ver con nuestra historia como amigos y como novios, y como todo lo demás.

Caminamos por algunos pasillos al azar, y llegamos al stand de Francia; Israel me compra la historia de Drácula contada en cómic, que me hace mucha ilusión. A ver qué me encuentro en los días que nos esperan.

Por allá nos vemos.

Comentarios

José Israel Carranza ha dicho que…
Guapa tú, mamacita. (¡La vieran!) Eso: a gozar la FIL, ni modo que qué.

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