La Nube
Si no fuera por la nube... (ahí donde está toda nuestra información, a la mano de todos y de nadie, se llama la nube) no podría trabajar desde mi casa, ni me habría ahorrado la manejada por López Mateos.
En algún servidor de alguna computadora; en algún disco duro alojado en alguna oficina de alguna empresa trasnacional de telecomunicaciones, o en alguna bodega polvorienta de alguna universidad de Estados Unidos; en algún chip, en algún cable, en algún driver...
Ahí, se está guardando a velocidades inverosímiles y en cantidades estratosféricas, cada letra que tecleamos, cada dato que recordamos, cada imagen que mostramos, incluso cada secreto que, al estar ahí, cambia de categoría y se convierte en otro cero-uno-cero.
¿Y si se esfuma la nube?
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