Cemento y piedra (de ciment et de pierre)

Todo empezó porque Israel notó la convocatoria en La Jornada, un domingo por la tarde: Licenciatura en Enseñanza del Francés, en línea, 3 años de duración. Anoté los requisitos, reuní toda la documentación y la envié en tiempo y forma. ¡Y que me contestan! "Su documentación es correcta, su registro es considerado completo. Preséntese en la UPN para sus exámenes y su entrevista". Y ahí voy, hasta allá: zona del Ajusco, en el caótico Distrito Federal.

Llegué muy emocionada, con maleta en mano y sonrisa nerviosa. La universidad es una chulada; era viernes por la mañana y había un montón de alumnos. Un dato bonito: ni un emo, ni un hippie, ni un junior; tengo la impresión de que todos los que me rodean son muy inteligentes —o al menos tienen cara de que saben lo que hacen.

Los exámenes no estuvieron nada fáciles, pero de todos modos yo hice lo mejor que pude al contestarlos. Y en la entrevista me fue chido: que porqué quise cambiar de giro profesional, que porqué tengo tres carreras técnicas, que si tengo tiempo para estudiar, que si me voy a comprometer si me aceptan; cosas así.

Fuera del asunto académico, quedé impresionada con la arquitectura, que es obra conjunta de Teodoro González de León y de Abraham Zabludovsky; la universidad, junto con el Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica, forman un conjunto arquitectónico chingonsísimo (que me perdonen los serios investigadores e intelectuales, pero así está, no menos).

Para presumirles, aquí les van algunas fotitos que pude tomar el sábado, cuando ya casi no se ven estudiantes y se logra apreciar esta increíble estructura, sólida y fuerte, y que combina con maestría espacios útiles, jardines, pasillos, escaleras, rincones para relajarse...






VN