Ingenuidades
Que la influenza, que las campañas electorales, que las lluvias...
En la medida en que nos creemos o no lo que nos dicen los medios nacionales, es la medida en la que podemos construir nuestras vidas de la mejor manera: independientes de las corrientes que llevan a la mayoría a seguir comportamientos acordados, teniendo opiniones objetivas y propias, y sobre todo sin creer lo que en fondo sabemos que no es verdad.
Porque querer creerle a los medios de comunicación, que están sumidos en una serie interminable de compromisos con esos que deciden qué nos dicen, es re-que-te-ingenuo: que la vida en nuestro país fuera como nos quieren hacer creer sería como creer que vivimos en un cuento de hadas vestidas de adelitas. No nos hagamos: las cosas no son como nos las dicen, y bien que sabemos.
Y ahora que las noticias subieron sus ratings, nos damos cuenta de la poca inteligencia colectiva, de lo poco de libre-pensadores que tenemos como comunidad; en la tele y el radio he conocido un poco más a mis paisanos: todos desean tener la suspicacia de desmantelar una gran conspiración —la "verdad"—, todos quieren culpar a las autoridades por lo mal que les va, y a los menos agraciados sólo se preocupan la fecha en la que podrán volver al estadio y ver un partido de las Chivas.
Pero de qué sirve que documentemos las promesas-mentiras de los candidatos (de los que tienen posibilidades de ganar, claro), con el plan de que, cuando ocupen el ansiado puesto les reclamemos en sus caras que sus propuestas eran otras: nunca nos organizamos, sólo nos limitamos a renegar y a lamentarnos.
Por eso, cuando veamos que se inundan las calles cuando llueve como el jueves pasado, seamos realmente conscientes de que hemos dejado insoluto el asunto (¡ay, qué barroca soy!): se inunda igual desde hace muchos sexenios, y no les hemos exigido a las autoridades o a nosotros mismos una propuesta para arreglar los drenajes de la ciudad.
Así que no seamos ingenuos...
V.
En la medida en que nos creemos o no lo que nos dicen los medios nacionales, es la medida en la que podemos construir nuestras vidas de la mejor manera: independientes de las corrientes que llevan a la mayoría a seguir comportamientos acordados, teniendo opiniones objetivas y propias, y sobre todo sin creer lo que en fondo sabemos que no es verdad.
Porque querer creerle a los medios de comunicación, que están sumidos en una serie interminable de compromisos con esos que deciden qué nos dicen, es re-que-te-ingenuo: que la vida en nuestro país fuera como nos quieren hacer creer sería como creer que vivimos en un cuento de hadas vestidas de adelitas. No nos hagamos: las cosas no son como nos las dicen, y bien que sabemos.
Y ahora que las noticias subieron sus ratings, nos damos cuenta de la poca inteligencia colectiva, de lo poco de libre-pensadores que tenemos como comunidad; en la tele y el radio he conocido un poco más a mis paisanos: todos desean tener la suspicacia de desmantelar una gran conspiración —la "verdad"—, todos quieren culpar a las autoridades por lo mal que les va, y a los menos agraciados sólo se preocupan la fecha en la que podrán volver al estadio y ver un partido de las Chivas.
Pero de qué sirve que documentemos las promesas-mentiras de los candidatos (de los que tienen posibilidades de ganar, claro), con el plan de que, cuando ocupen el ansiado puesto les reclamemos en sus caras que sus propuestas eran otras: nunca nos organizamos, sólo nos limitamos a renegar y a lamentarnos.
Por eso, cuando veamos que se inundan las calles cuando llueve como el jueves pasado, seamos realmente conscientes de que hemos dejado insoluto el asunto (¡ay, qué barroca soy!): se inunda igual desde hace muchos sexenios, y no les hemos exigido a las autoridades o a nosotros mismos una propuesta para arreglar los drenajes de la ciudad.
Así que no seamos ingenuos...
V.
Comentarios
Y las cosas siguen porque nosotros los ciudados lo permitimos. Ya basta!
Que serà de este pais desolado y malinchista? tendra que venir a gobernar obama para que le podamos hacer caso?
Sólo espero que no nos encierren en un domo...
Saludines n_n